Situada a medio kilómetro de Piedrabuena, en dirección Ciudad-Real, ctra. N-430, en el margen derecho. Se encuentra en lo alto de una loma, la ermita de San Bartolomé, en un paraje natural que cuenta con una fuente y alberca. Ermita de planta rectangular con paredes encaladas. Destaca en su interior, su artesanado a base de fuertes vigas de madera y pinturas murales, de nuestro querido artista y paisano, Pedro Castrortega, que simbolizan temas regionales como son la parra y el olivo y espirituales y celestiales con alegorías de arcángeles y alas de ángeles, representando al Espíritu Santo con figurativas palomas. Al fondo el altar con hornacina para el santo.
En el siglo XVI se fundó su cofradía y ermita gracias a la fe y generosidad de una familia cristiana donando dicha ermita con su imagen y tierras colindantes para que, con sus productos y fiel administración, se celebre en su día de fiesta, el 24 de agosto, los cultos solemnes en honor del Santo, de las almas de la familia donante y de todos los fieles pertenecientes a su cofradía.
Era creencia antigua, que quien bebía el agua del manantial de su fuente y se ungía con aceite de la lámpara del santo, curaba sus enfermedades.
En 1997, se lleva a cabo una importante reforma y reparación de la ya deteriorada ermita, incorporando las ya comentadas pinturas de Castrortega.
En este paraje se celebra también, el 6 de julio, con gran acogida año tras año, el Certamen de pintura rápida de San Bartolomé, que ya ha cumplido su XX edición.